Raqfei. Informe 007: sobre la okupacion.

Finalmente he tenido que salir escopetao de la casa de okupas. Todo iba bastante bien, y la planta a la que adoran había alcanzado dimensiones espectaculares gracias a mis tratamientos transgénicos de última generación.

Pero los okupas, además, me pedían que me mojase. Me pedían que, siendo una persona preocupada por los temas de carácter social, me implicase más con su causa. Querían que dedicase gran parte de mi tiempo a organizar talleres (un tanto improvisados), cursos (de discutible valor didáctico), a asistir a manifestaciones (de escasa efectividad), a repartir panfletos y, como valor añadido, que aprendiese a tocar la guitarra para amenizarles sus encuentros espirituales con la planta a la que cariñosamente llaman María.

Intenté explicarles que mis objetivos eran otros, que había venido a investigar tranquilamente, y me dijeron, con cierta violencia verbal, que el mundo no está para investigaciones, sino para actuaciones.

No resultaron ser tan pacíficos, aunque la idea original reconozco me parecía interesante: okupar edificios (preferentemente públicos) abandonados para darle algún tipo de uso, destinado generalmente a ayudar a los demás. Lamentablemente yo necesito más ayudarme a mí mismo.