Raqfei: es necesario que nos mezclemos con los terrícolas.
Estimado Cumeak:
Creo que ya me conoces y que, ante todo, pretendo ser disciplinado y fiel a los objetivos que mis superiores me marcan; pero creo que por una vez voy a dejarme llevar por mis impulsos.
Ya sabes que me gusta hacer bien las cosas, no tanto por conseguir la aprobación de los superiores como por sentir que los resultados son satisfactorios. En cualquier caso últimamente ando crispado por lo que puedan estar pensando sobre nosotros.
Estoy contigo: no volvamos a nuestro planeta. Esto es un motín. Quedémosno aquí y disfrutemos mientras podamos.
No sé, pero a veces tengo la sensación de que alguien estuviese leyendo nuestros comunicados. Ayer mismo, buscando mezclarme con los terrícolas, asistí a el bar El Cafetal, sito en la avenida Ciudad Jardín, al concierto de un joven autor musical llamado Daniel Mata. Entre el público presente creí ver por unos momentos a uno de nuestros superiores, de modo que sospecho que hubiesen enviado una comisión a la Tierra en nuestra búsqueda y captura. Te ruego estés atento.
Por lo demás bien. El concierto resultó bastante agradable, y los terrícolas presentes, encantadores. Me encantaría ser como ellos.
Comí mucho y regular, lo que provocó en mí una nueva explosión de gases estomacales que desembocaron en una enorme mancha marrón en mi ropa interior. Decidí quitármela, y como no encontraba ningún sitio donde depositarla, decidí guardármela bien arrugada en uno de mis bolsillos.
Allí estaba yo: escuchando buena música, rodeado de gente a la que envidiaba, potencialmente espiado por un superior y con un calzoncillo cagado en el bolsillo.
Un saludo. Seguimos en contacto.
Creo que ya me conoces y que, ante todo, pretendo ser disciplinado y fiel a los objetivos que mis superiores me marcan; pero creo que por una vez voy a dejarme llevar por mis impulsos.
Ya sabes que me gusta hacer bien las cosas, no tanto por conseguir la aprobación de los superiores como por sentir que los resultados son satisfactorios. En cualquier caso últimamente ando crispado por lo que puedan estar pensando sobre nosotros.
Estoy contigo: no volvamos a nuestro planeta. Esto es un motín. Quedémosno aquí y disfrutemos mientras podamos.
No sé, pero a veces tengo la sensación de que alguien estuviese leyendo nuestros comunicados. Ayer mismo, buscando mezclarme con los terrícolas, asistí a el bar El Cafetal, sito en la avenida Ciudad Jardín, al concierto de un joven autor musical llamado Daniel Mata. Entre el público presente creí ver por unos momentos a uno de nuestros superiores, de modo que sospecho que hubiesen enviado una comisión a la Tierra en nuestra búsqueda y captura. Te ruego estés atento.
Por lo demás bien. El concierto resultó bastante agradable, y los terrícolas presentes, encantadores. Me encantaría ser como ellos.
Comí mucho y regular, lo que provocó en mí una nueva explosión de gases estomacales que desembocaron en una enorme mancha marrón en mi ropa interior. Decidí quitármela, y como no encontraba ningún sitio donde depositarla, decidí guardármela bien arrugada en uno de mis bolsillos.
Allí estaba yo: escuchando buena música, rodeado de gente a la que envidiaba, potencialmente espiado por un superior y con un calzoncillo cagado en el bolsillo.
Un saludo. Seguimos en contacto.
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