Raqfei: reflexión de domingo gris con canción triste de fondo
"El tiempo todo calma, la tempestad y la calma...
Siempre me quedará, la voz suave del mar, volver a respirar, la lluvia que caerá sobre este cuerpo y mojará la flor que crece en mí y volverá a reír y cada día un instante volverá a pensar en ti."
Como me gusta sublimarme mezclando mis recuerdos con las letras de estas canciones tristes. No llego a comprender qué extraña fuerza me está llevando a echarte de menos con tanta intensidad. Se me hace duro no tener noticias tuyas durante tanto tiempo, y en este último caso sólo ha sido una semana larga. Me duele ligeramente pensar que nuestras vidas se están separando diametralmente, como nuestras conversaciones en persona, cada vez más frías, y cómo ni me apetece mirarte a los ojos mientras me hablas, y cómo dedicas cada vez más tiempo a otros (a los que tienes que dedicarles tiempo), y me condeno a las amistades rutinarias, aquellas a las que tan poca atención presto, a veces con ganas otras veces con culpa.
"Como decir que me partes en mil, las esquinitas de mis huesos. Que han caido los esquemas de mi vida, ahora que todo era perfecto. Y ahora más que eso, me sorbiste el seso y me defiende el peso de este cuerpecito mío que se ha convertido en río"
Y como tal, me dejo llevar por la corriente, por lo corriente, por ese estilo de vida que no elegí, por el pasar de los días con nostalgia de todas las manías tuyas que tanto reproché y que parece que intentan que cambies. Ahora te comprendo tal y como eres, tal y como eras antes del cambio. Añoro tu mundo, tu forma de comprenderlo, de filtrarlo y convertirlo en una genial idea, mezcla de lo tremendo y de lo frívolo. Ahora más que nunca, te añoro. No cambies.
Siempre me quedará, la voz suave del mar, volver a respirar, la lluvia que caerá sobre este cuerpo y mojará la flor que crece en mí y volverá a reír y cada día un instante volverá a pensar en ti."
Como me gusta sublimarme mezclando mis recuerdos con las letras de estas canciones tristes. No llego a comprender qué extraña fuerza me está llevando a echarte de menos con tanta intensidad. Se me hace duro no tener noticias tuyas durante tanto tiempo, y en este último caso sólo ha sido una semana larga. Me duele ligeramente pensar que nuestras vidas se están separando diametralmente, como nuestras conversaciones en persona, cada vez más frías, y cómo ni me apetece mirarte a los ojos mientras me hablas, y cómo dedicas cada vez más tiempo a otros (a los que tienes que dedicarles tiempo), y me condeno a las amistades rutinarias, aquellas a las que tan poca atención presto, a veces con ganas otras veces con culpa.
"Como decir que me partes en mil, las esquinitas de mis huesos. Que han caido los esquemas de mi vida, ahora que todo era perfecto. Y ahora más que eso, me sorbiste el seso y me defiende el peso de este cuerpecito mío que se ha convertido en río"
Y como tal, me dejo llevar por la corriente, por lo corriente, por ese estilo de vida que no elegí, por el pasar de los días con nostalgia de todas las manías tuyas que tanto reproché y que parece que intentan que cambies. Ahora te comprendo tal y como eres, tal y como eras antes del cambio. Añoro tu mundo, tu forma de comprenderlo, de filtrarlo y convertirlo en una genial idea, mezcla de lo tremendo y de lo frívolo. Ahora más que nunca, te añoro. No cambies.
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