Cumeak: El aniversario, el Betis, un divorcio y el show de Bellavista.
Efectivamente hemos de alegrarnos de nuestro aniversario en la tierra. No nos queda otro remedio, pero esto ha hecho evadirnos de nuestro planeta proveniente y conocer desde nuestro punto de vista este planeta primitivo pero agradable siempre que seamos positivos (porque hay mierda por un tubo también).
Ayer ganó algo colectivo llamado Betis (acompaño imagen eterna en este informe, a colación de "Hasta la muerte con mi beti") una copa del rey (o el rey de copas de los naipes). No sé qué se hará con esa copa de buen metal, ni qué interés tiene que una docena de chicos en calzoncillos le den patadas a una esfera de látex-caucho junto con el portero (no sé de qué bloque de pisos es portero). La verdad es que hubo mucha gente en Sevilla que se alegró. Y fue grato ver esa alegría por las calles, con cuerpos salientes de coches pitando junto a sus banderas y bufandas (no es la estación de las bufandas, es ideal en invierno, pero supongo que con la alegría les entra frío, pero tampoco entiendo mucho este punto). Me alegré de ver a la gente alegre.
Ayer estuve hablando con un germánico que se casó. Si no te falla la memoria recuerdas que hace unos años, cuando estábamos en forma de hologramas-androides provisionales antes de llegar al planeta asistimos a una boda de casamiento en Villaviciosilla de Odón (cerca de Madrid, capital del país España). Resulta que esa boda ahora es un fracaso y se tramitan papeles para disolverla. Si la memoria no me falla fue divertida, pero fue hace tanto tiempo. Ayer hablé con el germánico y ahora deshace ese "lazo" del anillo (lenguaje popular del contrato de dos terrícolas).
El viernes estuvo bien un show que vi en Bellavista. Advertí como las madres de las niñas disfrutan metiendo a sus hijas en baile de ir de puntillas. No sé si este baile era así por el excesivo silencio que se pedía y así no sonaran los zapatos. Al final hubo un flamenco de guitarra, cante y baile (cosa andaluza) y la organización apagó las luces porque se pasaron del tiempo. Aún así el público aplaudió en vez de criticar su desorganización.
Te seguiré informando, ....
Ayer ganó algo colectivo llamado Betis (acompaño imagen eterna en este informe, a colación de "Hasta la muerte con mi beti") una copa del rey (o el rey de copas de los naipes). No sé qué se hará con esa copa de buen metal, ni qué interés tiene que una docena de chicos en calzoncillos le den patadas a una esfera de látex-caucho junto con el portero (no sé de qué bloque de pisos es portero). La verdad es que hubo mucha gente en Sevilla que se alegró. Y fue grato ver esa alegría por las calles, con cuerpos salientes de coches pitando junto a sus banderas y bufandas (no es la estación de las bufandas, es ideal en invierno, pero supongo que con la alegría les entra frío, pero tampoco entiendo mucho este punto). Me alegré de ver a la gente alegre.
Ayer estuve hablando con un germánico que se casó. Si no te falla la memoria recuerdas que hace unos años, cuando estábamos en forma de hologramas-androides provisionales antes de llegar al planeta asistimos a una boda de casamiento en Villaviciosilla de Odón (cerca de Madrid, capital del país España). Resulta que esa boda ahora es un fracaso y se tramitan papeles para disolverla. Si la memoria no me falla fue divertida, pero fue hace tanto tiempo. Ayer hablé con el germánico y ahora deshace ese "lazo" del anillo (lenguaje popular del contrato de dos terrícolas).
El viernes estuvo bien un show que vi en Bellavista. Advertí como las madres de las niñas disfrutan metiendo a sus hijas en baile de ir de puntillas. No sé si este baile era así por el excesivo silencio que se pedía y así no sonaran los zapatos. Al final hubo un flamenco de guitarra, cante y baile (cosa andaluza) y la organización apagó las luces porque se pasaron del tiempo. Aún así el público aplaudió en vez de criticar su desorganización.
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