Raqfei: sobre bodas

Las bodas siguen siendo algo que me llama bastante la atención. Actualmente no es más que un esfuerzo ya inutil por embellecer con poquísimo gusto lo que es, a todos los efectos, un negocio más. Los recién casados ya no buscan la intimidad de la noche para hacer el amor apasionadamente, culminando su unión espiritual: ahora dedican gran parte de ella a sumar lo recaudado, descontar el coste del convite y hacer planes con lo que les renta. Desde fuera todo parece una celebración entre amigos y familiares para celebrar una unión; desde dentro es sólo dinero, sumas, cuentas, rentabilidad y negocio.
Por otra parte, observo que en este país han adquirido todo el mal gusto norteamericano para la celebración de los convites, incluyendo dentro del festejo lo más hortero y freak de aquella cultura, como son: las grandes carpas prefabricadas, la música melosa, las tartas luminosas, los vals de apertura, las damas de honor y un largo etcétera.
Antes del convite, la boda espiritual se celebró en una iglesia católica. De sobras es sabido que este país es aconfesional y que las bodas católicas no tienen efectos civiles: y una mierda!. Sólo en las bodas católicas los contrayentes pueden firmar su contrato dentro del recinto donde se celebra la boda, y el cura actúa como fedatario (o similar), lo que se puede traducir perfectamente en "efectos civiles" de dicha boda y papel de administración pública por parte del cura. Sólo ocurre en las bodas católicas, en ninguna otra. La iglesia católica sigue siendo privilegiada a pesar de su carácter represor, ofensivo y dañino en esta sociedad, y de momento no hay dios que le meta mano, nunca mejor dicho.
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