Raqfei: ponga un administrador de fincas en su vida
Cumeak, la semana que viene será apoteósica: por fin me sirven todo el material de laboratorio para poder proseguir con mis experimentos. Al mismo tiempo, me enviaran un sistema de descanso para que pueda habitar las dependencias que el laboratorio tiene habilitadas para tal fin.
A principios de octubre recibiré la visita de tres Tixommeros más que acaban de llegar al planeta Tierra, y que también han sido interceptados por la resistencia. Los alojaré en mi laboratorio, lo que significa que quedan pocos días para que pueda preparar su llegada, lo que me estresa un poco. Mi misión será entrenarles en lo básico para poder defenderse en Serva-La-Bari: pedir una cerveza, una tapa, esquivar una cofradía, hacer una botellona y tener cuidado con el rebujito, que e mu traisionero y ze zube musho a la cabesa.
Mi laboratorio está en un edificio con vecinos, lo que significa que tengo que adecuarme a vivir en una Comunidad de Vecinos. Sabiamente se ha contratado los servicios de un Administrador de Fincas, que viene a ser una especie de árbitro imparcial que aplaca las iras intervecinales. El ordenador enciclopédico ciclomático me ha informado que las juntas vecinales suelen ser violentas, tal y como atestigua el documento adjunto. En fin, espero que el administrador de fincas asuma bien su papel y promueva el amor fraternal entre todos los miembros, con perdón, de la susodicha finca.
A principios de octubre recibiré la visita de tres Tixommeros más que acaban de llegar al planeta Tierra, y que también han sido interceptados por la resistencia. Los alojaré en mi laboratorio, lo que significa que quedan pocos días para que pueda preparar su llegada, lo que me estresa un poco. Mi misión será entrenarles en lo básico para poder defenderse en Serva-La-Bari: pedir una cerveza, una tapa, esquivar una cofradía, hacer una botellona y tener cuidado con el rebujito, que e mu traisionero y ze zube musho a la cabesa.
Mi laboratorio está en un edificio con vecinos, lo que significa que tengo que adecuarme a vivir en una Comunidad de Vecinos. Sabiamente se ha contratado los servicios de un Administrador de Fincas, que viene a ser una especie de árbitro imparcial que aplaca las iras intervecinales. El ordenador enciclopédico ciclomático me ha informado que las juntas vecinales suelen ser violentas, tal y como atestigua el documento adjunto. En fin, espero que el administrador de fincas asuma bien su papel y promueva el amor fraternal entre todos los miembros, con perdón, de la susodicha finca.
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Gooodguy -