Raqfei: todo novedades
Cumeak, estoy que no paro.
Para empezar, estoy recién llegado de Epigto, o algo así. El viaje ha resultado ser una prueba que la resistencia hace a sus nuevos líderes. Se trata de intentar resistir el máximo tiempo posible bajo el Sol, a una temperatura de más de 44º a partir de las 10 de la mañana, alimentado únicamente por los turistas, vestidos con trajes de perros habrientos en la famosa presa de Aswan. Evidentemente, no resistí la prueba. Al quinto día solicité mi baja y me destinaron a uno de los trescientos lujosos barcos que navegan el Nilo, donde pude comer todo lo pendiente en copiosos bufés libres.
Ya en El Cairo me reuní con los miembros de la resistencia que residen allí. Su escondite lo tienen en el mercado de Khal al Kalili, en pleno centro del Cairo. Para poder acceder a dicho escondite debes ser capaz de localizar la tienda de El Jordi, que es el único que, ofreciendo una amplia variedad de productos, no requiere regateo previo a su adquisición, y decir la contraseña "He comido tanto pique que me pego un jeruto y aliño una papa". Con estas indicaciones te será suficiente para localizarlos si algún día vas a Epigto.
Ha merecido la pena, pero mi carácter intenso me hacía pensar en mis responsabilidades pendientes en Serva-La-Bari, a saber: terminar de montar mi laboratorio gracias a la ayuda de Muebles La Pañoleta, recoger mi nuevo vehículo 4C y adiestrar a Esedimo y familia para desenvolverse en esta ciudad, incluyendo lecciones como "La cerveza fría, ese gran invento", "Cómo esquivar Gipsy Marketing Women (o "vendedoras" de romero/lectoras de la buena ventura a las puertas de la catedral) y "Las pizzas del Orsini están mejor que las del Eslupi Llou".
Y siguen las novedades; ya te contaré. Seguimos en contacto."
Para empezar, estoy recién llegado de Epigto, o algo así. El viaje ha resultado ser una prueba que la resistencia hace a sus nuevos líderes. Se trata de intentar resistir el máximo tiempo posible bajo el Sol, a una temperatura de más de 44º a partir de las 10 de la mañana, alimentado únicamente por los turistas, vestidos con trajes de perros habrientos en la famosa presa de Aswan. Evidentemente, no resistí la prueba. Al quinto día solicité mi baja y me destinaron a uno de los trescientos lujosos barcos que navegan el Nilo, donde pude comer todo lo pendiente en copiosos bufés libres.
Ya en El Cairo me reuní con los miembros de la resistencia que residen allí. Su escondite lo tienen en el mercado de Khal al Kalili, en pleno centro del Cairo. Para poder acceder a dicho escondite debes ser capaz de localizar la tienda de El Jordi, que es el único que, ofreciendo una amplia variedad de productos, no requiere regateo previo a su adquisición, y decir la contraseña "He comido tanto pique que me pego un jeruto y aliño una papa". Con estas indicaciones te será suficiente para localizarlos si algún día vas a Epigto.
Ha merecido la pena, pero mi carácter intenso me hacía pensar en mis responsabilidades pendientes en Serva-La-Bari, a saber: terminar de montar mi laboratorio gracias a la ayuda de Muebles La Pañoleta, recoger mi nuevo vehículo 4C y adiestrar a Esedimo y familia para desenvolverse en esta ciudad, incluyendo lecciones como "La cerveza fría, ese gran invento", "Cómo esquivar Gipsy Marketing Women (o "vendedoras" de romero/lectoras de la buena ventura a las puertas de la catedral) y "Las pizzas del Orsini están mejor que las del Eslupi Llou".
Y siguen las novedades; ya te contaré. Seguimos en contacto."
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