Raqfei: fiebre consumista

Cumeak, hoy me ha ocurrido algo curioso.

Después de llevarme unas cuantas semanas con ganas de hacer muchas cosas y, por el contrario, estar postrado en mi laboratorio, frente a los equipos de medida y computadores interestelares, perdiendo el tiempo, no avanzando nada y acumulando el trabajo, sufrí un ataque de fiebre consumista y me fui al Centro Comercial Los Arcos, a comprarme ropita para mi disfraz de hombre perfecto que en breve pondré en producción.

Me pasé por la peluquería Jean Louis David y, con los brazos en jarra como aquella imagen típica de Peter Pan les grité a todas las chicas desde la puerta...¡Ponedme guapo!. La dueña del local y máxima estilista me dijo que era una peluquería, que la sección de milagros aún no había abierto su franquicia, y que me fuese que le estaba espantando a la clientela. Como muestra de gratitud, le compré un bote de gomina naranja olorosa que me costó 9 euros, bastante caro, pero, no sé, estaba sufriendo la fiebre consumista.

Después visité Springfield, Pull & Bear, Zara, Coronel Tapioca, Cortefield, Sun Planet, Casa e incluso Pimkie y Mango, pero no encontré nada, hasta que entré en ClockHouse, donde compré ropita moderna y barata para mi disfraz de hombre perfecto. No me importó gastarme más de 50 euros, estaba sufriendo la fiebre consumista.

Ya sabes cuántas veces he criticado ir a los centros comerciales e ir de rebajas; así me ha ido, que siempre he tenido la sensación de que únicamente salía a la calle con mi único traje interestelar gris, de oficinista. Pero hoy ha sido diferente, no sé, hoy estaba sufriendo la fiebre consumista.

Creo que estoy cambiando. Estoy comprendiendo cada vez más a la resistencia y su negativa por volver a nuestro planeta de origen. Hoy todo me parece diferente, hoy, por fin, estoy sufriendo la fiebre consumista.

Adjunto remito foto tomada en el Centro Comercial con mi nuevo móvil multimedia también comprado en el mismo centro bajo los mismos síntomas.