Raqfei: con la comida ... se juega

Cumeak, que extraño me siento hoy. Simplemente anestesiado.

Por una parte, por los nervios acumulados durante las últimas semanas de lo que será una auténtica puesta en escena junto con Hexu Etaisu, y el cansancio de haber estado dedicado casi en pleno a ello. Hexu Etaisu ha convertido esta tarea en algo tocado por una varita mágica. Le estoy tan agradecido que no hay forma escrita ni no verbal capaz de expresárselo.

Por otra parte, esta semana de dedicación junto con algunas circunstancias médicas de Foiju han arrojado que me sienta especialmente lejos de él. Acabo de comentárselo por teléfono y en breve vamos a planear volver a estar muy juntos, como creemos que debe de ser.

Por otra parte, ya no me queda ninguna duda de que el famoso kioskero quería entablar relaciones...comerciales conmigo. Hoy mismo, mientras hablaba contigo, lo he visto sentado en uno de los veladores del Café de Indias. Se ha percatado de mi aparición y literalmente me ha seguido hasta el Burguer King de enfrente. Me prometí dejar de analizarme, pero va conmigo: ¿por que ese interés mío por conocer al detalle su interés por mí?.¿Por qué en este momento de mi vida?. A veces hay pasos hacia delante que tienen traumáticas vueltas atrás. Creo que he caminado unos cuantos, y desde ya voy a ir deshaciendo el camino, por mis sólidos intereses por Foiju.

Deduzco que se trata, una vez más, de una circunstancia inicialmente lúdica convertida en una autoevaluación, en la búsqueda de la aprobación de otra persona, en este caso aprobación erótica, para subir unos cuantos niveles del autoestimómetro (aparato para medir la autoestima).

Finalmente, me siento más allá de lo viejo y lo rancio. Estoy cada vez más convencido de que he vivido una juventud atípica, excesivamente dedicada a lo profesional, con pocos riesgos y escasas emociones. El resultado es una terrible carencia que estoy intentando compensar ahora, a la vejez viruelas. Más que nunca necesito ser joven, retrasarme unos cuantos años y vivir todo lo pendiente. Si al menos hubiese servido todo para ser un profesional brillante, pero ni eso, acabé siendo uno del montón con serios problemas de ánimo.

Se me olvidaba: te pido casi por compasión que no dejes de escribir en esta bitácora. A día de hoy, casi es el único vínculo que nos queda y sentiría un dolor grandísimo si se perdiese. Este es uno de nuestros hijos, fruto de nuestro pasado amor, el único de todos los que tuvimos juntos que queda vivo. Ahora que está a punto de cumplirse un año de nuestra llegada a la Tierra, más que nunca, no dejes de escribir. Te necesito..

Mientras seguiré jugando con la comida, haciendo formas divertidas, como un adolescente reciente. Mi educadora nunca tuvo que enseñarme buenos modales; yo ya los traía de serie: eso explica que ahora me atraiga un poco lo incorrecto.

Seguimos en contacto, o al menos eso espero.